El jugador estadounidense lo intentó, como si no quisiera la cosa, pero la USGA ha frenado en seco las remotas opciones que tenía de estar el próximo mes en Erin Hills sin ganarse en el campo la clasificación. Existía el precedente del año pasado de Retief Goosen, al que la Asociación de Golf de los Estados Unidos abrió la mano para que pudiera competir en el US Open sobre la hierba de Oakmont, pero no ha podido ser –aunque intentarlo lo ha intentado-.
“Les escribí hace bastante tiempo preguntándoles por la posibilidad de jugar el US Open de Erin Hills, un campo que se encuentra muy cerca de mi casa. Pero ellos cortésmente han declinado mi petición”, comentó el capitán del equipo estadounidense de la Presidents Cup a Associated Press. Al golfista de 50 años, ganador de 12 eventos durante toda su trayectoria en el PGA Tour, le haría muchísima ilusión jugar en casa, pero la USGA ha sido tajante respecto a este tema, esgrimiendo que pese a haberle concedido la exención al sudafricano hace ahora doce meses “por toda una carrera de éxitos”, no es lo habitual.
Así pues, al jugador de Wisconsin le tocará ganarse la plaza en el campo. Y tiene varias opciones para conseguirlo: puede probar suerte en uno de los numerosos torneos clasificatorios que tendrán lugar por toda la geografía norteamericana; o bien dejar a un lado su reciente incorporación al Champions Tour para intentar ascender hasta el número 60 del mundo y ganarse la plaza automáticamente –algo que no es para nada descabellado al estar inmenso en estos momentos en el número 97-.
Sea como fuere ya sabe la opinión del máximo organismo norteamericano sobre su solicitud: quien algo quiere, algo le cuesta.
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