Muchos no lo hubiesen siquiera podido imaginar hace apenas 24 horas, pero hemos de decirles que Dustin Johnson (77 golpes, +3) también es humano… o quieren que lo sea. El jugador estadounidense erró todo cuanto no había hecho en las dos rondas anteriores -más bien la USGA le obligó a errar- y deja el US Open más abierto que nunca, con hasta 22 jugadores en apenas cinco golpes de distancia -nada insalvable si nos atenemos a cómo está transcurriendo el campeonato- y con cuatro compartiendo el liderato en estos momentos: Daniel Berger (66 golpes, +3), Tony Finau (66 golpes, +3), el defensor Brooks Koepka (72 golpes, +3) y el mencionado DJ.
De este grupo también se habría podido quedar muy cerca Rafa Cabrera-Bello (76 golpes, +10), pero unos últimos nueve hoyos con demasiados altibajos y, sobre todo, un 7 en el 18 le deja con un diez en la cartulina en el T30 y con la sensación de que Shinnecock Hills está castigando demasiado a los jugadores. De hecho, es una opinión mayoritaria en el seno de los grandes protagonistas de esta cita y multitud de ellos ya han demostrado su descontento con la USGA.
Sin ir más lejos, el propio jugador español cargó duramente contra la organización americana por considerar que el campo se ha jugado este sábado bajo unas condiciones “absurdas” en temas de dificultad. “En momentos me daba la sensación de estar jugando a un minigolf imposible, donde los grandes tiros no obtenían premio. Además, a la rapidez de los greenes se le añade que hoy las posiciones de bandera, para lo quemados que están y con el viento, eran ridículas. Tiramos putts de un metro que como no entren te sales de green”, comentó un enfadado grancanario una vez finalizó su ronda. Una opinión compartida por la gran mayoría de los jugadores que incluso obligó a la USGA a reconsiderar si realmente un espectáculo así merece la pena.
Si no que se lo digan a Dustin Johnson que, sin comerlo ni beberlo y haciendo probablemente uno de los mejores juegos de tee a green de todos cuantos salieron al campo en esta tercera jornada, se vio envuelto en una espiral de fallos que lo llegaron a desquiciar. “Puede parecer increíble, pero hoy he jugado francamente bien. Tan solo he fallado dos golpes y, sin embargo, me voy con 38 putts en la ronda y con un siete sobre par”, atinó a decir un alucinado DJ. Un doblebogey, seis bogeys y un solitario birdie sellaron una cartulina que le deja en una situación con mucha competencia de cara a los últimos 18 hoyos.