Los torneos que se puedan reprogramar y jugar este año se van a jugar. Con esta premisa son muchos los organizadores que se han puesto manos a la obra durante los últimos días para intentar reubicar sus campeonatos en este 2020 atípico y que tiene al coronavirus como centro de todos los problemas. No obstante, ya se empieza a ver la luz al final del túnel y ha sido la USGA la que ha encontrado una solución al problema que se le avecinaba con el US Women’s Open -la prueba masculina ya es harina de otro costal-.
Y es que el torneo, que en teoría estaba programado del 4 al 7 de junio sobre la hierba del Champions Golf Club de Houston, se jugará ahora del 10 al 13 de diciembre, en la previa de la Navidad. De hecho, esto va a provocar que haya un cambio de planes en cuanto a la organización. Ante la falta de luz en esa época del año, la primera y la segunda ronda se jugarán en los campos Cypress Creek y Jackrabbit -en lugar de disponerse todas ellas en Cypress Creek-.
El anuncio por parte de la USGA se ha producido al mismo tiempo que la suspensión de otros cuatro torneos del calendario de la LPGA -de los cuales se han conseguido reprogramar tres-. De esta manera, además del US Open, The Pelican Women’s Championship se jugará del 12 al 15 de noviembre en lugar del 14 al 17 de mayo y el ShopRite LPGA Classic hará lo propio del 31 de julio al 2 de agosto en vez del 28 al 31 de mayo. El Meijer LPGA Classic también variará en el calendario en los próximos días, no así el Pure Silk Championship Walmart, que no ha encontrado fechas.
Unos ajustes que, de seguirse al pie de la letra, colocarían el regreso de la gira el 19 de junio en Arkansas para la disputa del Walmart NW Arkansas Championship, justo siete días antes del KPMG Women’s PGA Championship, primer Major del curso.