Tras las noticias vividas en las últimas 48 horas con la suspensión de todos los grandes circuitos profesionales y después de conocer de primera mano por parte del presidente del Masters que el campeonato de Georgia se posponía sine die, todas las miradas se están dirigiendo hasta la USGA -la Asociación de Golf de los Estados Unidos-. Y es que la máxima institución del Golf en este país es la que tiene la potestad de organizar, entre muchos otros torneos, el US Open que debería disputarse del 18 al 21 de junio sobre la hierba del Winged Foot GC de Mamaroneck (Nueva York).
Sin embargo, desde este estamento afirman que todavía es muy pronto para valorar cualquier cambio en el calendario, máxime cuando todavía no se conocen con exactitud los efectos que va a tener el COVID-19 a lo largo de las próximas semanas. “La USGA ha estado monitorizando cuidadosamente toda la información disponible con respecto al coronavirus y seguimos enfocados en nuestro compromiso por garantizar la seguridad y la salud de toda la comunidad que forma parte de la USGA”, afirma el comunicado distribuido hace pocas horas a los medios de comunicación.
“Hemos tomado la decisión de establecer un grupo de trabajo interno y nos estamos comunicando con asiduidad con nuestros pares de la comunidad del Golf y del mundo deportivo en general. Podemos garantizar que continuaremos siguiendo las pautas de los Centros para el Control de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud y estudiaremos las implicaciones que puede conllevar en las próximas semanas y meses. Nuestra temporada de torneos comienza a finales de abril y se extiende hasta septiembre, con los US Open masculino y femenino como centros de atención. A día de hoy el calendario permanece inalterable, pero tomaremos las medidas necesarias en el caso de que haya impactos directos para nuestra gente”, sentenció.
Y es que no hay que olvidar que la región de Werchester, en la que se va a disputar el campeonato, ha sido catalogada como uno de los epicentros del coronavirus en el país y las autoridades han impuesto un área de contención en la ciudad de New Rochelle, a sólo cinco minutos de donde se encuentra el campo.