Espectacular fin de fiesta el que hemos tenido este domingo en el Wales Open, un torneo -el penúltimo de este UK Swing– que se ha acabado decidiendo en el último hoyo y que se ha acabado llevando un jugador que no llegaba entre los favoritos a falta de 18 banderas para el final. Se trata del francés Romain Langasque (65 golpes, -8) que, a sus 25 años, se estrena en la gira después de haber protagonizado su mejor vuelta de la semana y de aprovecharse de un Celtic Manor al que acabó venciendo dando una auténtica lección de entereza.
Y es que el deportista galo, que partía con un dos bajo par con el que se asomaba a la sexta plaza al comienzo del día, llevó a cabo una ronda con pasos cortos pero seguros, alternando brillantes golpes que le dejaban al alcance de la mano la posibilidad de restarle golpes al complejo escocés con otros que lo que buscaban era salvar situaciones comprometidas. De esta manera logró los seis birdies sin errores de este domingo que le permitieron aventajar en dos golpes al finlandés Sami Välimäki (69 golpes, -6).
Una tremenda victoria a la que le va aparejada, además de la posibilidad de colarse a partir de este lunes entre los cien mejores jugadores del planeta, el honor de lograr una de las últimas invitaciones para el US Open que se disputará a mediados de septiembre en Winged Foot -algo que se antojaba bastante difícil al comienzo del torneo al necesitar un triunfo o, como poco, un subcampeonato-. Victoria de la que, por otra parte, no se quedó tan lejos finalmente un Jorge Campillo (69 golpes, -3) que vuelve a asomar la cabeza por las posiciones adelantadas de la tabla.
El cacereño finalizó octavo gracias a su tercer día consecutivo por debajo de los 70, mientras que Sebastián García (72 golpes, Par), vivió un final complicado con tres bogeys en los cinco últimos hoyos para terminar en el T27. Adrián Otaegui (70 golpes, +1) acabó en el Top 37 con dos aciertos y un solitario error y Nacho Elvira (74 golpes, +2) volvió a calcar los guarismos del sábado para despedirse en el Top 44.