
Al menos lo ha intentado. José Manuel Lara no se podrá decir a sí mismo que es timorato, que no intenta hasta el final sus empresas y que se arruga en este difícil mundo que es el del golf. El valenciano agarró los trastos para volar durante 20 horas y atravesar 14.600 kilómetros hasta Perth para competir en el último torneo regular del circuito europeo. Intentó buscar un primer o segundo puestos para conservar su estatus de jugador por derecho del Tour, pero no logró atravesar el corte. Fin cruel de la película.
Lara empezó con 73 y el viernes firmó 74 golpes, uno más que el límite del corte. El jugador valenciano regresa a casa por un solo golpe, un nimio ‘putt’, un toque nada más.
Era el único español que voló hasta Perth. El torneo lo lidera el sueco Peter Hedblom, con 7 abajo. Que quede como gesta el pundonor de José Manuel Lara.





