“Una oportunidad más. Mañana tendrás otra oportunidad. Puede ser tu último día”. No, no se trata del guión de una película de terror, sino el monólogo que el barcelonés Pablo Larrazábal le dedicó a su putter tras la aciaga jornada en los greenes de Vilamoura que tuvo el golfista barcelonés. El jugador catalán le estaba pegando en este Masters de Portugal como no lo había hecho en toda la temporada, pero no le acompañó la suerte en las inmediaciones de bandera.
De hecho, poco después de entregar la tarjeta, Larrazábal definió su jornada en un solo tweet: “El día en el que más distancia le he dado a la bola + la peor actuación con el putter de la temporada= par. Mucho trabajo por hacer mañana si quiero estar el fin de semana”. Siendo así no es para menos el cabreo con el putter. Aunque todavía queda lugar para la reconciliación. De hecho, ésta ya empezado con un tímido beso. Esperemos que le traiga suerte.
