El Golf du Palais Royal es un campo privado para el Rey marroquí y su corte. Nadie pisa este campo, con excepciones regias. Pablo Larrazábal, en cambio, tomó al asalto este vergel. El español no tuvo adversario en la segunda ronda del Trofeo Hassan II de Agadir. Los 64 golpes (-8) del jugador catalán no tuvieron parangón en la jornada que delimitó el corte en Marruecos. Pablo se ha colocado cuarto, a 4 golpes del alemán que sigue líder, Marcel Siem (-12).
La metralleta de ‘birdies’ de Larrazábal, caliente con el ‘putt’, arrojó un total de diez aciertos, por dos errores. «Contento con el juego y con la actitud, aunque el drive no me ha ido tan bien como el primer día», comentó Larrazábal, sexto la semana pasada en otro de los torneos del circuito europeo.
«Estar luchando en cada torneo por el 40 o el 50 no es tan divertido como estar el viernes irte a dormir sabiendo que estás metido en la pelea», dijo el catalán.
El finlandés Miko Ilonen y el inglés Horsey comparten la segunda plaza, por delante de Larrazábal en un solo golpe.
Álvaro Velasco, que en el comienzo fue el mejor de los hispanos, retrocedió por sus 74 golpes aunque sigue adelante al igual que el valenciano José Manuel Lara, quien por fin accede a un fin de semana de competición.
Hay que lamentar las despedidas de Rafa Cabrera-Bello (adiós a Augusta), José María Olazábal y Álvaro Quirós. Sus eliminaciones no estaban en el guión, sobre todo los 81 golpes del gaditano Quirós para regresar a casa.