Pablo Larrazábal volvió, desgraciadamente, a marcharse con las manos vacías de un Open Británico. Penúltimo en la tabla, el catalán tiraba de sarcasmo una vez finalizada la segunda jornada de este último Grande de la temporada ante la afirmación de que se le había visto sonriendo en el campo. «Sonriendo porque oficialmente estoy de vacaciones, y ya hace varias horas que estoy de vacaciones», apuntaba Larrazábal.
El catalán se lamentaba: «En un torneo de estas características con ocho greenes a tres putts y uno cuatro… Si quitas eso creo que es un «score» decente. Han sido greenes a tres putts fallados desde metro y medio. Creo que este año llevaba uno fallado hasta ayer». Pablo Larrazábal se marchaba de Saint Andrews «con ganas de decir muchas cosas que no debería, por eso me voy a callar e intentaré disfrutar de mis vacaciones». Estas fueron sus declaraciones.