A falta de solo 18 hoyos para su finalización, todo sigue abierto en el Trophée Hassan II marroquí. Y lo mejor de todo: Pablo Larrazábal (69 golpes, -5) será de la partida en uno de los últimos duelos del domingo para intentar sumar el segundo triunfo de la Armada en el circuito europeo en este curso tras el conseguido por Sergio García en Dubai el pasado mes de febrero.
Este sábado, Larrazábal entregó una de las mejores cartulinas del día para colocarse tercero junto al danés Lasse Jensen (70 golpes, -5) y el inglés Paul Waring (69 golpes, -5) y darse una magnífica oportunidad de dar un zarpazo a las primeras posiciones de una tabla que en estos momentos lidera el irlandés Paul Dunne (69 golpes, -8) con tres golpes de distancia sobre el español.
Y es que el deportista catalán, salvo un bogey en el par 4 del hoyo 5 –una bandera que se le ha atragantado durante los tres días- dio toda una exhibición en los diez últimos hoyos. Seis birdies sin fallo que hicieron las delicias de su legión de seguidores en las redes y que le transforman en el más serio candidato de la Armada a obtener botín sobre la hierba de este Royal Golf Dar Es Salam de Rabat. Aunque no el único.
Porque detrás de él, como una moto, aparece el ilerdense Carlos Pigem (69 golpes, -3) quien, con una tarjeta multicolor, le ha dado definitivamente la vuelta a los guarismos positivos y se ha metido de lleno en la pugna por el torneo colocándose a las puertas del Top 10. Una jornada con cuatro golpes por debajo del par –siete birdies y tres bogeys- tuvo la culpa. Pero todavía hay más. Y es que a un golpe del joven jugador catalán, en el T17, aparece Jorge Campillo (74 golpes, -2), que ha terminado sobre par pese a un inicio fulgurante en el que incluso ha asaltado el liderato.
Adrián Otaegui (73 golpes, -1) y Alejandro Cañizares (75 golpes, +4) completaron la actuación de los nuestros en esta penúltima jornada.