Se nos presentaba un viernes la mar de emocionante, con la práctica totalidad de la Armada situada en una gran posición para, quien sabe, pelear por hacer un pleno en el KLM Open y luchar por una gran posición en este tramo final de la temporada. Pero la realidad nos ha devuelto a la tierra para demostrarnos que las cuentas de la lechera casi nunca terminan por cumplirse. Y es que de los diez españoles con los que contábamos en el inicio del evento tan solo tres han podido acceder al fin de semana.
De hecho, Pedro Oriol (75 golpes, Par) -al que dejábamos tras los primeros 18 hoyos como uno de los más firmes candidatos a pugnar por el podio– ha sido uno de los grandes damnificados de la jornada del viernes después de presentar una vuelta con cuatro golpes sobre par e irse hasta el T75, posición que le dejaba sin ninguna opción de luchar por el botín en Holanda. The Dutch fue una condena tanto para él como para la inmensa mayoría de la expedición española, que tacha otro evento de la lista con la obligación de empezar a sumar de cara a lo que resta de temporada.
Los únicos que han podido aguantar las embestidas del emblemático complejo centroeuropeo han sido Pablo Larrazábal (69 golpes, -5), que parece haber superado con satisfacción los problemas de muñeca que le impidieron competir con garantías durante los últimos meses y se queda a siete de Wu (66 golpes, -12), Jorge Campillo (69 golpes, -4) y Adrián Otaegui (72 golpes, -1), al que la ventaja acumulada el primer día le ha servido de tabla de salvación después de haber pedido la batalla este viernes.
Como también la perdieron el mencionado Oriol, Pep Anglés (72 golpes, +1), Gonzalo Fernández-Castaño (75 golpes, +2), Nacho Elvira (76 golpes, +2), Alejandro Cañizares (75 golpes, +2), Scott Fernández (75 golpes, +2) y Álvaro Quirós (78 golpes, +14), aunque estos sin posibilidad alguna de seguir avanzando en el campeonato.