Impresionante fin de fiesta que nos espera en el Made in Denmark con la primera victoria española en el evento nórdico de fondo. Y es que hasta cinco jugadores -algunos con más oportunidades que otros- pugnarán en los 18 últimos hoyos por salir victoriosos en un campo que le está poniendo las cosas difíciles a los jugadores. Sirva como prueba que a estas alturas de la película todavía no hay un solo jugador que ha conseguido alcanzar los dobles dígitos en negativo, lo que propicia que la igualdad en la parte de arriba sea notoria.
Y entre todo este maremágnum de jugadores que luchan por llevar a España la segunda victoria de la temporada tras la cosechada por Jorge Campillo en Marruecos aparece el nombre de Pablo Larrazábal (68 golpes, -6). El deportista barcelonés ha entregado una cartulina con 68 impactos en esta jornada del movimiento para situarse a solo uno del podio y, lo que es mejor, a tres golpes de un Bernd Wiesberger (67 golpes, -9) que ha sustituido a su compatriota Matthias Schwab (72 golpes, -7) en lo más alto de la clasificación.
El jugador catalán empezó con un bogey en la tercera bandera del día, pero fue capaz sumar cinco birdies en el resto de jornada con un juego sólido con los hierros que supo aprovechar en los greenes. De esta manera, pese al error en el 13, se ha situado en una posición inmejorable para asaltar el cielo este domingo. Aunque no es el único español que luchará por el mismo objetivo.
Los que también estarán pendientes de los líderes son Alejandro Cañizares (73 golpes, -5) -a pesar de haberse ido por encima del par del campo-, Gonzalo Fernández-Castaño (67 golpes, -3), Adrián Otaegui (68 golpes, -2) y Álvaro Quirós (74 golpes, -2), todos ellos bajo par y con oportunidad de salir victoriosos. Iván Cantero (75 golpes, +5) completa la hoja de servicios de la Armada en Farso.