Fantástico comienzo de temporada para la Armada española en este primer encuentro del curso ante el Alfred Dunhill, un evento que llega después de que el mejor circuito del viejo continente viera coronarse como rey absoluto a Jon Rahm y que tiene lugar en estos primeros compases tras la imposibilidad de Hong Kong de poder acoger su Open. Y es que tanto Pablo Larrazábal (66 golpes, -6) como Alejandro Cañizares (67 golpes, -5) han comenzado un Top 5 después de sendas rondas en las que han demostrado una gran capacidad ofensiva para colarse con los mejores.
Especialmente buena ha sido la ronda llevada a cabo por el barcelonés, a quien hacía tiempo que no veíamos en esta tesitura. Además fue completamente de menos a más, comenzando con un birdie tempranero en el 10 que fue neutralizado por un bogey en el 11 -empezó su vuelta por la segunda parte del recorrido- y que rápidamente fue contestado con el birdie en el 13 y el eagle en el 15 -sendos pares 5-. Pero no se detuvo aquí y tres aciertos sin errores en el 1, el 5 y el 6 le supuso presentar un seis bajo par con el que se queda a sólo uno del holandés Wil Besseling (65 golpes, -7).
Uno por detrás del barcelonés se queda Cañizares, que empezó con tres aciertos sin fallos en la primera vuelta y, a pesar de vivir un momento de incertidumbre con los bogeys del 10 y el 11, supo reponerse a las mil maravillas para acabar imponiendo su juego con tres birdies consecutivos en el 12, el 13 y el 14 que completó con el eagle del 18. Pero no piensen que esta dupla es la única que se ha quedado en los primeros lugares de la tabla. Otaegui (69 golpes, -3), con cinco birdies y dos bogeys, ha presentado un tres bajo par que le permite quedarse en el Top 13, a uno de la zona noble.
En estos momentos serían los únicos en acceder al fin de semana, pues Carlos Pigem (74 golpes, +2), Sebastián García Rodríguez (75 golpes, +3) y Gonzalo Fernández-Castaño (78 golpes, +6) deberían mejorar mucho sus prestaciones para poder alcanzar el fin de semana.