Casi tres años y medio después de su última victoria en el circuito del viejo continente –BMW International Open de 2015– Pablo Larrazábal (67 golpes, -7) tendrá ante sí este domingo la oportunidad perfecta de romper esta racha sin triunfos y despedirse del 2018 con una conquista de prestigio en el Alfred Dunhill Championship sudafricano. Para ello el jugador español tendrá que recuperar los cuatro golpes de desventaja con los que parte respecto al escocés Scott Jamieson (68 golpes, -11) sobre la hierba de Leopard Creek, una tarea difícil pero para nada imposible.
Solo hay que ver la ronda del barcelonés en esta jornada del movimiento para darse cuenta de que si alguien lo puede conseguir es él. De hecho, ya le ha robado al británico un golpe este sábado y partiendo desde uno de los partidos más destacados del domingo tratará de apretar para que el escocés note su aliento en el cogote. Y eso que a Larrazábal le costó arrancar después de que, tras su paso por el green del 5, su cartulina reflejara un par en el día.
Sin embargo, los birdies en el 6 y el 9 y, sobre todo, los aciertos en el 11, 12, 14 y 15 lo llegaron a colocar en el podio del campeonato. Lamentablemente, el bogey del 16 lo acabó retrasando al Top 5, aunque se antoja suficiente con lo que intentar pelear por llevarse a casa el último título del año. Una lucha de la que parecen descolgarse Adri Arnaus (69 golpes, -4), Alejandro Cañizares (71 golpes, -3) y David Borda (68 golpes, -2) quienes, a pesar de haber entregado tarjetas bajo el par del campo, se quedan a una distancia prácticamente insalvable de los las primeras posiciones.