Una semana después de que finalizara el primer Grande del año toca sacar papel y lápiz y empezar a hacer números sobre qué nos deparó a nivel de audiencias la cita en el Augusta National. Y lo cierto es que, según el informe publicado hace unas horas por Golfweek, pueden desprenderse varias lecturas de los datos facilitados. Si lo miramos por el lado positivo, lo cierto es que se ha producido un incremento de televidentes con lo vivido hace seis meses en el mismo escenario. Por el contrario, la parte negativa nos advierte de que estos son muchos menos de los que se congregaron en 2019, antes de la pandemia.
Bien es cierto que el Masters de Augusta celebrado en otoño y que acabó con la victoria de Dustin Johnson tuvo que ganarse su espacio en un calendario en el que la NFL y el fútbol americano universitario copaban las grandes cabeceras deportivas, pero aun así la subida de espectadores ha sido enorme. Para que se hagan una idea, la última ronda del torneo tuvo un promedio de 9,5 millones de espectadores, según datos aportados por Sports Media Watch. Esto es un 70 por ciento más que lo vivido hace seis meses.
Ahora bien, tal y como hemos comentado al comienzo del artículo, no es oro todo lo que reluce. Y es que estos datos se quedan muy lejos de los de la edición de 2019, que tuvo un 13 por ciento más de cuota de pantalla. De hecho, si no contamos el evento de 2020, los números de 2021 fueron los segundos más bajos desde que Bernhard Langer se llevara a casa su segunda Chaqueta Verde en 1993. Un revés que, sin embargo, no casa con una tendencia en las retransmisiones de Golf que va al alza desde que se decretara la pandemia. Esperemos que esta vez no haya sido más que una piedra en el camino.