Ya podemos respirar todos tranquilos. Las pruebas han descartado cualquier tipo de contratiempo y Stenson será de la partida esta semana en el TPC Boston para la disputa del Deutsche Bank Championship, el segundo evento de los PlayOff de la Fedex Cup. Y eso que después de la prematura retirada de la pasada semana en The Barclays todo hacía presagiar lo peor para el golfista sueco. Su maltrecho menisco, del que ya fue operado a finales de 2015, se resintió durante un momento de la ronda y la Ryder Cup se tambaleó durante varias horas. Por suerte, todo ha acabado en un susto y el escandinavo estará a las órdenes de Darren Clarke en Hazeltine.
“Ya tengo los resultados de la resonancia magnética”, comunicó Stenson este lunes a través de su perfil de Facebook. “Me desgarré ligeramente el menisco durante la semana del US Open, a comienzos de este verano. Ahora que ya sé lo que es, es más fácil tomar las decisiones correctas en el futuro. No creo que esto me pare, así que estaré en el tee del 1 de Boston este próximo viernes”, sentenció el vigente campeón de la Jarra de Clarete.
Una decisión que le quita un peso de encima al capitán europeo, aunque tampoco mucho. Y es que puede parecer mentira, pero si había alguien que no estaba preocupado lo más mínimo por este problema del escandinavo –además del propio Stenson, que parece no inmutarse por nada-, ése era Darren Clarke. El capitán del combinado del viejo continente estaba ya sobre aviso desde el jueves, y desde entonces no paró de intercambiarse mensajes con el golfista, que le acabó confirmando que se trataba de una retirada por precaución, como confirmó el norirlandés a Sky Sports.
“Es un principio estaba muy preocupado, pero en cuanto recibí el mensaje de Henrik quitándole hierro al asunto me alivié. Le dije que era la mejor noticia que podía recibir en todo el día. La Ryder Cup significa mucho para él y creo que si se siente con fuerzas para proseguir en la FedEx, no se va a perder la cita de Hazeltine por nada del mundo”, sentenció. Esperemos que sea así.