“Podría sacar de mi vida todo, excepto mis experiencias en St. Andrews, y todavía tendría una vida plena y rica”, dijo en una ocasión Bobby Jones hace 60 años en uno de los discursos más famosos de la historia de este deporte. Y es que este juego es inconcebible sin hablar de la cuna del Golf, lugar donde los más grandes se han doctorado y han sentido tocar el cielo con sus manos. Es más, aún a día de hoy cualquier premio que tiene relación con este campo es sinónimo de haber rozado lo máximo que puede conseguirse en este ámbito.
Lo ha demostrado hace escasas horas el escocés Paul Lawrie, que se ha unido a un selecto grupo que componen jugadores como Jack Nicklaus, Gary Player, Seve Ballesteros, Nick Faldo, Arnold Palmer o Tom Watson después de recibir un premio honorífico por parte de la Universidad de Saint Andrews a toda una vida dedicada a este deporte. “Esto es sorprendente para alguien como yo”, comenzó diciento Lawrie en su discurso.
“Mi formación está lejos de ser académica. Dejé la escuela a los 16 años sin haber obtenido ningún título. Pero esto te demuestra lo que puede suceder cuando tienes una fuerte ética de trabajo y un deseo de tener éxito en el estilo de vida que elijas. Estoy realmente sorprendido, sobre todo cuando miro a los que me han precedido en este galardón”, sentenció el veterano jugador británico, que continúa recuperándose de la cirugía a la que se sometió hace diez semanas para recuperarse de unas dolencias en los ligamentos de su pie derecho.
Sin embargo, aunque el escocés cumplirá 50 años el próximo 1 de enero, no medita por el momento la retirada. Y es que su plan es jugar entre ocho y nueve años más intercalando eventos del European Tour, del Staysure e incluso del Champions Tour. “Todavía tengo esperanza. Mi juego corto es tan bueno como siempre, así que me gusta pensar que lo puedo hacer bien en el circuito senior”.