Leadbetter, crítico con el padre de Ko: “Si fuera por ella, seguramente seguiríamos trabajando juntos”

El ex entrenador de la jugadora neozelandesa se quedó a gusto en un comunicado emitido a través de su página web, atacando con dureza al progenitor de la que fuera su pupila por la intromisión en su carrera

La jugadora y el entrenador en una foto de archivo. Foto: @GolfChannel

Aprovechando la vuelta al número 1 mundial de la surcoreana Inbee Park tres años después, hemos de hablar de otra ex número 1 que no está atravesando por uno de sus mejores momentos sobre los campos de Golf. Nos referimos a Lydia Ko, deportista prodigio que con apenas 18 años se subió a lo más alto del ranking, conquistando Majors y casi dos decenas de campeonatos en una de las carreras más meteóricas que se recuerdan en este deporte. Sin embargo, hoy por hoy la neozelandesa ha descendido hasta el puesto 16. 

¿Que le sucede a Lydia? Se preguntarán algunos. A ciencia cierta tampoco se lo podemos contar, pero lo que sí sabemos es la opinión que tiene acerca de este bajón el que fuera su entrenador David Leadbetter. El instructor inglés -uno de los más reputados de las últimas décadas- se desahogó de lo lindo a través de un artículo publicado en su página web acerca de las decisiones que llevaron a la que fuera su pupila a acabar con la relación laboral entre ambos -y el padre de la jugadora de origen asiático no sale muy bien parado-. 

“Todo empezó con la implementación en su swing de una técnica llamada The A Swing. No era una tontería, esto ayudó mucho a grandes ganadores como Nick Faldo o Nick Price. Incluso la adaptamos para que el swing de Lydia fuera mucho más eficiente. De hecho, solo había que mirar las estadísticas, especialmente en greenes en regulación, para darse cuenta del éxito”, comenzó diciendo el popular coach. 

“Sentíamos que era el enfoque adecuado para ella, ya que al no ser una gran pegadora le proporcionaba energía natural en el swing. Sin embargo, 2016 fue un año duro para ella. Se sometió a demasiada carga de torneos, incluyendo los Juegos Olímpicos, donde logró una medalla de plata a pesar de estar agotada física y mentalmente. Esto unido a que su padre, un golfista fustrado, escuchó rumores de que tenía que cambiar de swing fue el detonante para que dejáramos de trabajar juntos”, continuó. 

“A día de hoy tenemos las herramientas adecuadas para interpretar la producción de energía en el swing. En el último trimestre del año ella había perdido el 20 por ciento de su energía, lo que solo podía significar una cosa: fatiga. Desafortunadamente, para los que no saben de qué va esto, se puede interpretar erróneamente como un problema de swing. Y apesar de las cinco victorias -incluido un Major- tomamos caminos distintos”. 

Leadbetter guarda un fantástico recuerdo de Ko, aunque tiene una visión algo pesimista sobre su futuro: “Solo le deseo lo mejor. Tengo la sensación de que si hubiese sido por ella continuaríamos en el mismo bando. Todavía puede ganar torneos, incluso Majors. Pero el juego que tuvo por aquel entonces ya no lo volverá a tener. Esto simplemente demuestra que no siempre la hierba es más verde al otro lado de la colina”. Un palo que no ha debido sentar muy bien en casa de la golfista.