Parecía que iba a marcar una época en el mundo del Golf. A su juventud y a su incuestionable virtuosismo con los palos en las manos se le unía desde sus inicios una sonrisa que la acompañaba en cada uno de los torneos que disputaba en medio mundo. Sin embargo, desde hace ya unos años la felicidad se le ha ido borrando del rostro conforme los resultados la dejaban de lado. ¿Qué le ocurre a Lydia Ko? Es una pregunta que muchos nos venimos haciendo desde que la ex número 1 del mundo dominara con mano de hierro el circuito durante los años 2014, 2015 y 2016. Y lo cierto es que nadie ha podido hallar la respuesta.
Teorías al respecto hay muchas y muy variadas. Desde la forma física, pasando por la competencia desde Corea del Sur hasta llegar a su equipamiento. Sin embargo, si hay una persona autorizada para contar los sinsabores que está viviendo la neozelandesa –aunque no sabemos si lo hace o no desde el rencor- es el histórico instructor David Leadbetter, que la acompañó durante gran parte de su carrera en esa época donde metía miedo en una y otra parte del charco pese a su inusitada juventud –todavía cuenta con tan solo 22 primaveras-.
Leadbetter, que ya dejó caer en alguna ocasión que los progenitores de Ko podrían estar detrás de su caída en picado, no ha perdido la ocasión para criticar con dureza a los padres de la jugadora en una reciente entrevista concedida a Nueva Zelanda Radio. “Son un caso de ignorancia supina”, confesó el entrenador. “Le dicen cuándo irse a la cama, qué comer, qué ponerse, cuando practicar y qué practicar. Necesitan dejarla ir, dejarla que abandone el nido. Solo así podríamos volver a verla entre las mejores”, continuó.
Unos duros comentarios hechos desde el conocimiento, pues desde que ambos separaran sus caminos en diciembre de 2016 después de doce victorias en la LPGA en tres años –incluidos dos Majors-, la neozelandesa tan solo se ha hecho con un triunfo –el LPGA Mediheal de abril de 2018-. “Es una situación muy triste de observar. El problema es cuando lo empiezas a cambiar todo. El entrenamiento, los caddies, el equipo, psicólogos, entrenadores deportivos… Quién sabe qué está pasando ahora por su cabeza. Mi consejo en estos momentos es que tome un descanso. No necesita jugar el resto del año. Solo relajarse y ver todo desde otro prisma”, sentenció.