Si algo consiguió Hank Lebioda este domingo sobre la hierba del TPC Deere Run fue marcharse a casa con un buen sabor de boca. Y es que el joven jugador norteamericano logró hacerse un hueco en el Top 10 del John Deere después de llevar a cabo una penúltima bandera antológica gracias a un golpe que se convirtió en el mejor de todo el día. Un chip con numerosas dificultades -la bola más alta que los pies y el green que lo recibía en cuesta– que, sin embargo, solventó a las mil maravillas para finalizar el torneo en la octava plaza.