Tenía todo en contra y prácticamente las maletas hechas, pero a pesar de ello Phil Mickelson se despidió del Wells Fargo dejando el mejor golpe del día de la segunda jornada. El jugador de San Diego, que comenzó su vuelta con unos dolorosos cuatro bogeys y un doblebogey sin aciertos en las nueve primeras banderas, logró maquillar algo su cartulina con unas nueve banderas finales en las que sumó tres birdies y dos bogeys. Y gran parte de culpa la tienen impactos como el que logró en el 16, un purito marca de la casa desde casi 14 metros que se coló por el centro del agujero para alegría del público.