A estas alturas de la película es muy difícil que a Phil Mickelson se le solucionen los problemas que lleva teniendo los últimos años con el driver. Ni siquiera en el Champions Tour donde, aunque no tiene la obligación de ir tan largo como en el PGA Tour, el de San Diego sigue utilizando este palo como una manera de arañar algunos metros a sus rivales. Es por esto que en muchas ocasiones le vemos llevando a cabo golpes difíciles para tratar de salir de situaciones inverosímiles cuando no encuentra la calle. O, como en el caso que nos ocupa, aprovechándose de su gran conocimiento de las reglas para jugar a su favor.
Lo que le vamos a contar ocurrió durante la segunda ronda del Charles Schwab Series sobre la hierba del Ozarks National, la primera incursión del norteamericano en el circuito sénior Aquí, en el hoyo 9, Lefty le pegó desviado desde el tee y su bola fue a parar a una zona con pinaza, justo detrás de un árbol y en una zona con multitud de raíces. Siendo zurdo, las posibilidades de que saliera de esta complicada situación sin perder ni un sólo golpe eran bastante escasas.
Fue por esto que, haciendo el swing, se dio cuenta de que había un cable de electricidad que colgaba de una de las ramas del árbol y que interfería a la hora de poder llevar el golpe. Avisó al árbitro y, alegando que podría hacerse daño si llevaba a cabo el disparo, le comentó al juez que estaba en su derecho a poderse aliviar sin ningún tipo de penalidad. Él colegiado le miró y le dio la aprobación. Así que dropó unos cuantos centímetros más a la izquierda y vio claro que, si quería intentar cazar el green, tenía que volver a coger el driver.
Dicho y hecho. Su hermano y caddie Tim le acercó el palo y llevó a cabo una recuperación antológica para quedarse a las puertas del green y, finalmente, conseguir el birdie, su quinto del día para colocar un resultado parcial de 15 bajo par.