Cuando un jugador está de dulce le sale absolutamente todo. Y no solo eso, sino que se le nota en la propia mirada. Marc Leishman lo vivió en sus carnes este mismo domingo sobre la hierba del TPC Kuala Lumpur, donde logró una de las mejores cartulinas de la jornada en un campo que invitó a ser agresivo para lograr buenos resultados. Ocho birdies como ocho soles consiguió el australiano, logrando una primera parte de recorrido en la que prácticamente dejó visto para sentencia el evento.
Y para muestra, un botón. Este larguísimo putt para birdie en la novena bandera del día que significaba su quinto acierto y encarrilaba el campeonato. No es para menos su rostro tras ver cómo la bola encaró el centro del agujero.