Leishman envió la bola al agua desde el bunker con un shank (socket) en toda regla para ¡triplebogey!

El jugador australiano se quedó sorprendido y con cara de circunstancias tras ejecutar ese maldito golpe con el que sumaba tres más a su tarjeta

Marc Leishman iba como una moto en los primeros nueve hoyos, pero un triplebogey frenaba su vuelta en seco a consecuencia de un socket, esa palabra, y golpe, maldita que ningún aficionado quiere nombrar. Y es que el australiano se encontraba en el bunker a pocos metros de la bandera cuando su golpe salió por la derecha para dirigirse directamente al agua y anotar un triplebogey con el que perdía tres golpes.

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