Llegaba a la cita entre algodones, pero no ha sido hasta este martes cuando la jugadora norteamericana ha hecho oficial la decisión de su retirada de la Solheim Cup. Según ha podido reconocer la propia Stacy Lewis a los periodistas desplazados a Gleneagles, sus problemas con la espalda se remontan al Cambia Portland Classic de hace un par de semanas y lo cierto es que parece que no han ido a mejor a tenor de cómo salió al campo esta semana.
“Ayer -por el lunes- fue al campo a pegar unas cuantas bolas y las sensaciones no fueron muy buenas”, reconoció la capitana Juli Inkster este mismo martes. “Tanto ella como nosotros sabíamos que esta situación no favorecía a ninguna de las partes. Es una decisión difícil porque fue una de mis elecciones. Ella es una de nuestras líderes y quería por todos los medios que estuviera aquí. Pero siento que en estos momentos lo mejor es que ella descanse y que pueda venir otra jugadora a ayudarnos”, sentenció.
La afortunada ha sido Ally McDonald, quien debutará en la competición y que llega como parte del rejuvenecimiento del roster que está tratando de imponer Inkster en su equipo. Por su parte, la doce veces ganadora en la LPGA Stacy Lewis formará parte del staff del equipo americano hasta el domingo. “Lo cierto es que esta retirada ocupa un lugar muy alto entre mis grandes decepciones como profesional”, señaló la americana. “Las chicas se han portado muy bien conmigo y me han ayudado a poder superar este contratiempo. Este torneo es mi favorito y ha sido un palo muy duro, pero al menos podré participar desde dentro”, comentó.
Así pues, con McDonald a bordo de la nave norteamericana, serán seis las novatas que compongan el equipo que Juli Inkster tiene que guiar a la que sería su tercera victoria consecutiva y la undécima en dieciséis ediciones. Por parte del combinado de Catriona Matthew, un triunfo en Escocia le permitiría a Europa volver a una senda que no conocen desde 2013, cuando derrotaron a las americanas en Colorado por un sonrojante 18 a 10.