Poco importó que hubiese perdido el corte en cuatro de los seis torneos que había disputado esta temporada y que su mejor resultado fuera un T63. Esta es la magia del Golf y Adam Long, que llegaba de tapado a la última jornada del Desert Classic, se acabó adjudicando la victoria gracias a un hoyo 18 jugado a la perfección que culminó con este putt de algo más de cuatro metros. Un birdie que le sirvió para disolver el empate que tenía con Mickelson y Hadwin y alzarse con su primera victoria en el mejor circuito del mundo.
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