Ian Woosnam, el galés que dominó el mundo y ganó en Augusta, o el estadounidense y mítico Gene Sarazen no tendrían ahora un sitio entre los mejores golfistas del planeta. Woosnam medía 1,65 y Sarazen, 1,66. La media de los 15 mejores del ránking mundial actualmente es de 1,83 metros.
El norirlandés Rory McIlroy, líder mundial, mide 1,77 metros y el inglés Luke Donald, el segundo del escalafón, es el de menor estatura con su 1,75. Quitando a Jason Dufner (1,77) el resto de golfistas de la elite miran al mundo desde el 1,80 o más.
El estadounidense Keegan Bradley se lleva el título de ‘techo’ del ránking, por su 1,91 metros.
Malas noticias para los golfistas bajitos y lo contrario para los de centro de gravedad más elevado. Por estos últimos derroteros navega el golf de elite y según los datos que facilita sobre cada jugador el European Tour y el PGA Tour.
En cuanto a los españoles, Sergio García supera la media nacional con 1,78 metros; Gonzalo Fernández-Castaño, Rafa Cabrera-Bello y Álvaro Quirós están por encima y con claridad del metro ochenta. Lo dicho. Crecer para pegarle más largo y más potente a la bola.
Estatura de los 15 mejores jugadores del mundo (media 1,83)
1 – Rory McIlroy 1,77 metros
2 – Luke Donald 1,75
3 – Tiger Woods 1,86
4 – Justin Rose 1,89
5 – Louis Oosthuizen 1,78
6 – Lee Westwood 1,83
7 – Adam Scott 1, 83
8 – Bubba Watson 1,87
9 – Jason Dufner 1,77
10 – Brandt Snedeker 1,86
11 – Webb Simpson 1,89
12 – Keegan Bradley 1,91
13 – Ian Poulter 1,85
14 – G.McDowell 1,80
15 – Charl Schwartzel 1,80