Si todo hubiese seguido el plan dispuesto a comienzo de temporada en los grandes circuitos mundiales, esta semana estaríamos hablando de cómo se habría desarrollado el WGC-Match Play. Un torneo en el que iban a estar presentes algunos de los mejores jugadores del mundo y en el que tres españoles iban a luchar por traer a España el primer World Golf Championship de toda nuestra historia. Sin embargo, todo ha saltado por los aires con la pandemia y con la cancelación y retraso de los torneos del mundo entero… O eso es lo que pensábamos, pues el PGA Tour no ha querido dejar desierto el ganador -aunque haya sido de manera ficticia-.
Y sí, créanselo porque en este campeonato de fantasía el vencedor ha sido Jon Rahm, quien “ganó” sobre la hierba del Austin Country Club en un duelo imaginario ante Rory McIlroy. Y es que aunque el norirlandés fue el favorito por los lectores con un 81 por ciento de los votos, la opinión de los expertos del mejor circuito del mundo fue clave para que el León de Barrika levantara su trofeo más importante hasta la fecha. Una decisión que empezó hace justo una semana, cuando la gira puso a modo de distracción un posible cuadro de emparejamientos.
“Es muy difícil escoger entre uno de los dos mejores jugadores del mundo”, argumentaba Mike McAllister sobre su voto por el español. “Sus registros en el Austin CC son casi idénticos en cuatro años, pero mi intuición me hace apostar por Rahm. Seguramente aprendería de los errores de la final con Dustin Johnson en 2017 y descubriría cómo rematar la faena ahora”, sentenció.
Todo ello en un cuadro donde el vizcaíno tuvo que deshacerse en la fase de grupos de Bernd Wiesberger, Chez Reavie y Tom Lewis para avanzar con autoridad durante todo el campeonato hasta las semifinales, donde le ganó el duelo al actual número 1 de la FedEx Cup, Sungjae Im, por un apretado marcador. Una enorme alegría -aunque sólo sea imaginaria- que esperemos ver cumplida más pronto que tarde.