No ha comenzado todo lo bien que hubiésemos deseado el CIMB Classic para Rafa Cabrera-Bello (73 golpes, +1). El jugador grancanario, que inició su andadura por el hoyo 10 de este TPC Kuala Lumpur, vivió una auténtica montaña rusa en su debut del curso en el PGA Tour y terminó en uno de los últimos lugares de la clasificación, lo que le obliga a poner a punto la maquinaria para afrontar con garantías a partir de mañana las 54 banderas restantes -recordemos que en este evento no hay corte-.
Llegaba con mucha ilusión el jugador español a Malasia, máxime cuando el pasado curso logró sacar un meritorio Top 10 del primer evento de la gira asiática. Sin embargo, le bastaron siete banderas para percatarse de que en esta ocasión le iba a costar sangre, sudor y lágrimas lograr un buen resultado en el evento. Y es que en estos hoyos el grancanario acumuló tres bogeys y otros tantos birdies, intercalando uno y otro con una precisión milimétrica..
De nada le sirvió un gran inicio de su segunda parte del recorrido con dos aciertos en los dos primeros hoyos, pues un bogey en el 13, un doloroso doblebogey en el 14 y un nuevo bogey en el 16 pusieron su ronda patas arriba y lo retrasaron hasta más allá del Top 70 -en este evento participan 78 jugadores-. Por suerte, un nuevo birdie en el 18 cuando más lo necesitaba redujo el daño y lo coloca en el Top 65.
Desde aquí se queda a siete impactos del Top 10 y a diez del estadounidense Bronson Burgoon (63 golpes, -9), que comanda la clasificación después de una vuelta sublime en la que no hizo más que avanzar después del bogey en su cuarta bandera del día. A partir de aquí, ocho birdies y un eagle le hacen estar a punto de llegar a los dobles dígitos cuando solo hemos quemado una etapa del torneo.