El más difícil todavía se le plantea a Jon Rahm (68 golpes, -10) este domingo si quiere asaltar los cielos con un nuevo estatus de número 1 mundial. Y es que, aunque el León de Barrika ha vuelto a firmar otra ronda por debajo del par del campo, el buen hacer de los jugadores que se encuentran por encima de la clasificación ha propiciado que se sitúe a seis golpes de un Tony Finau (62 golpes, -16) que ha protagonizado un día para el recuerdo con una cartulina con nueve golpes bajo par con los que aventaja en un impacto a su compatriota Webb Simpson (64 golpes, -15).
Si algo tenía claro el vizcaíno en esta jornada del movimiento es que tendría que aprovechar al cien por cien cualquier posibilidad de restarle golpes a Scottsdale. Es por eso por lo que fue sibilino en las formas, pero letal en su ejecución. Rahm inició el día con un birdie en el 3, el primer par 5 de la ronda, después de un hoyo jugado a la perfección en el que estuvo muy cerca de conseguir incluso algo más. No obstante, el deportista vasco se marchó con botín de su encuentro. Un premio que no volvió a repetir hasta el 9, lo que le terminó lastrando en la tabla.
A partir de aquí, aunque se animó con los aciertos prácticamente consecutivos del 13 y el 15, un doloroso error en el 17 -un par 4 en el que intentó alcanzar el green de uno y acabó viéndoselas con el agua– puso el punto final a una actuación que lo deja con una decena de impactos en negativo y en el Top 11 de la clasificación. Así pues, JR tendrá que ir al ataque desde el comienzo de ronda si no quiere perder desde bien temprano el tren del triunfo y tomarle de una vez el pulso a unos greenes que le han resultado esquivos desde el comienzo del campeonato.
Sólo así Jon tendrá oportunidades de quemar etapas trepando por a clasificación. Sólo así España podría tener la ocasión de pregonar a los cuatro vientos que cuenta con su segundo número 1 de la historia.