A comienzos de semana nadie hubiese dudado de que, a pesar de las dificultades que iba a mostrar Pebble Beach, los pares 5 llegarían a las tarjetas de los jugadores como un oasis en el desierto. Una oportunidad de resarcirse de los sinsabores que les iba a dejar el resto de ronda y con los que lucharían por sumar birdies con los que mantener bajo par la cartulina. Sobre todo si nos referimos a grandes pegadores como Brooks Koepka y Rory McIlroy. Sin embargo, con el norirlandés ha sucedido hasta el momento algo curioso. Y es que no gracias, sino a pesar de los pares 5, éste se encuentra todavía con posibilidades de luchar por el triunfo.
Lejos de mostrar su fuerza en este tipo de situaciones, el golfista europeo ha tenido una tumultuosa relación con los hoyos 6, 14 y 18 del complejo californiano. De hecho, en las nueve banderas disputadas hasta este momento Rory acumula un escaso par, lejos del resultado que marcan en estos mismos hoyos jugadores como Woodland (-3), Rose (-6), Koepka (-3) o hasta el mismísimo Reavie (-4), una estadística que nos hace preguntarnos qué hubiese podido pasar si se hubiera mostrado más atinado en este tipo de circunstancias.
“Estoy muy contento por cómo he jugado durante toda la semana”, comentó Rory una vez finalizó su ronda. “Hoy sentí que hice las cosas correctas. Y tengo que hacer 18 hoyos más así, aunque dando un poco más de lo que he dado hoy”, sentenció el tetracampeón de Majors que, si tenemos en cuenta cómo se desarrolló su experiencia en el TPC Sawgrass en la victoria de este año en el Players, los resultados hablan por sí solos. Su acumulado en los cuatro pares 5 del complejo de Florida se quedó en un esclarecedor -9. Un dato al que tratará de ponerle remedio el domingo.