Quién se lo iba a decir a Davis Love III cuando llegó a Greensboro (Carolina del Norte) esta semana. El capitán del equipo estadounidense de la Ryder Cup ya sabía lo que era ganar aquí –lo hizo en 1992 y en 2006-, pero había viajado sin grandes pretensiones –no en vano llevaba sin ganar un torneo desde 2008, cuando firmó un -25 en el Children’s Miracle Network Classic-.
Pero hoy era uno de esos días en los que sale prácticamente todo. El jugador de Charlotte acabó con seis golpes por debajo del par del campo –dos eagles incluídos- y con -17 sumó su vigesimoprimer título en sus vitrinas. Además, aprovechó la ocasión y se colocó, a sus 51 años, como el tercer jugador de más edad en conseguir el triunfo en el circuito norteamericano.
A un solo golpe finalizó Jason Gore, que se marcha del evento con una sonrisa de oreja a oreja. Y es que necesitaba conseguir como mínimo el segundo puesto no sólo para asegurar su presencia en los PlayOff, sino también para retener la tarjeta, puesto que la exención que tenía estaba llegando a su fin.
En cuanto a Tiger no pudo obrarse el milagro para el deportista de 39 años. El californiano necesitaba una jornada memorable para conseguir la victoria y así acceder a los PlayOff de la FedEx Cup. Sin embargo, el ex número uno del mundo no tuvo su día y acabo a cuatro golpes de Love III. Y buena parte de culpa la tuvo un triple bogey en el hoyo 11. Un par 4 que se le atragantó en cuanto la bola entró en green. El estadounidense necesitó 3 putts -tras un filazo- para embocar la bola en el agujero. En ese momento Tiger fue consciente de que toda posibilidad de victoria se había desvanecido.
No obstante, Woods no bajó los brazos y fue entonces cuando salió a relucir el juego que deslumbró a todos durante los dos primeros días de competición. En los últimos seis hoyos convirtió cuatro birdies y se marchó de Sedgefield con la sensación de que su puesta a punto va por buen camino.
Ha recuperado el toque en las manos, como ya reconoció la semana pasada tras finalizar su participación en Whistling Straits. Y, por si esto fuera poco, va encontrando la calle con sus salidas desde el tee –la gran asignatura pendiente desde su vuelta-. Al final, acabó al par del campo en el día y con un meritorio -13 en el global. Un Top 10 que sabe a gloria para dar carpetazo a una temporada movida.
Gonzalo Fernández-Castaño, único español en liza, no pudo hacer buenas sus dos primeras rondas y acabó lejos del pelotón de cabeza. El golfista madrileño sólo pudo sacar del campo un tres bajo par el fin de semana y terminó con un resultado de -8, en el T38. De este modo el español pierde la tarjeta del PGA Tour y disputará las Finals del Web.com Tour para tratar de recuperarla.
Estas Finals consisten en una serie de cuatro torneos que se disputarán entre septiembre y octubre al que tienen acceso los jugadores que se han clasificado entre los puestos 126º y 175º de la FedEx Cup y los 50 mejores del Web.com. Los 25 primeros del ranking en este mini circuito tendrán el privilegio de estar con los mejores durante la próxima temporada, con lo que Fernández-Castaño no ha dicho su última palabra en Estados Unidos.