Lowry, Rose, Pieters… Las estrellas llegan a tiempo para pelear en Turquía. Elvira, T27, mejor español

La Armada, con el cántaro al frente, suma su mejor jornada desde el inicio del torneo, pero es insuficiente para dar batalla a un vagón de cabeza cargado de pesos pesados… y de tarjetas llenas de birdies

El cántabro se queda como único integrante el español en el Top 30 tras 54 hoyos. Foto: @adidas

Lo que es esto del Golf y lo que puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. En solo 24 horas hemos pasado de un Turkish Airlines Open descafeinado en el que parecía que no podía haber emoción después de un inicio espectacular de Nicolas Colsaerts a un torneo completamente abierto a 18 hoyos del final. Y no solo eso, sino que pesos pesados del circuito han acudido a la llamada de la victoria y se postulan al triunfo en la jornada del domingo.

Es el caso del irlandés Shane Lowry (65 golpes, -14), flamante nuevo líder sobre la hierba del Regnum Carya Golf & Spa Resort igualado a golpes con el tailandés Kiradech Aphibarnrat (66 golpes, -14), que se ha aprovechado de un día perfecto con seis birdies sin errores para situarse por delante de Justin Rose (64 golpes, -12), reciente ganador del último evento de las series mundiales en china, Padraig Harrington (64 golpes, -12) y los belgas Colsaerts (73 golpes, -12) y Pieters (66 golpes, -11) para hacer un roster de lujo de cara a la fase final del campeonato.

En cuanto a la actuación de la Armada claros y oscuros para los nuestros. Los claros han llegado de la mano de Nacho Elvira (68 golpes, -5), Jorge Campillo (70 golpes, -4) y de Pablo Larrazábal (64 golpes, +2), que han salido victoriosos en la batalla contra el complejo otomano y siguen sumando, mientras que la parte oscura ha venido por parte del donostiarra Adrián Otaegui (76 golpes, +2), al que una vuelta con demasiados vaivenes le ha hecho perder comba respecto al T20 y le coloca en estos momentos en la parte de atrás de la clasificación.

Especialmente agradable ha sido la vuelta llevado a cabo por el barcelonés, al que solo un bogey en el hoyo 10, su última bandera del día, le ha privado de entregar la mejor tarjeta de entre todos los jugadores. Y es que los ocho birdies previos le han permitido huir de las últimas plazas del evento y callar a los críticos que aprovecharon su comienzo para arremeter contra él a través de las redes sociales.

Todavía queda mucha tela que cortar y el T27 del cántabro y el T34 del cacereño podrían ser un buen comienzo para seguir subiendo puestos.

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