9 eventos se habían disputado en la temporada del circuito femenino. De ellos, ¡5 se los habían llevado las surcoreanas! Y este domingo no podía ser una excepción. En una final completamente asiática, Kim Sei-young colocaba su sexta corona en el LPGA tras derrotar a la número 3 del mundo, Ariya Jutanugarn, en el Lorena Ochoa Match Play para dar una nueva alegría a Corea del Sur, que se está convirtiendo desde hace un tiempo en el rival a batir por todos en la gira norteamericana.
Viendo el resultado de uno arriba –tuvimos que esperar al 18 para conocer a la campeona del evento-, muchos podrían pensar que fue un partido igualado, una lucha de poder a poder donde la jugadora de Seúl reivindicó su poderío… Nada más lejos de la realidad. Los tres primeros hoyos pusieron de manifiesto que la final tenía toques de no dar lugar a la emoción después de los dos birdies y el eagle de la deportista de 24 años que la colocaban tres arriba antes de salir al tee del 4, una ventaja que ya no cambió de bando.
Y eso que la tailandesa lo intentó de todas las maneras. De hecho, fue la única de las dos que no cometió ni un solo fallo en el partido final. Pero de poco sirve eso cuando los birdies son los que mandan. A la salida del green del 14 el marcador seguía mostrando un dos arriba para la surcoreana que, pese al maquillaje final de su rival, no temió por su victoria en ningún momento.
En el partido del tercer y cuarto puesto tampoco hubo suerte para la única no-asiática que se había colado en el último día de competición, pues la estadounidense Michelle Wie cayó en 22 hoyos ante Mi Jung Hur después de que ésta llegara a desperdiciar una renta de cinco arriba en el tee del 11.