La incertidumbre sobre si se conseguiría finalizar el campeonato el domingo se despejó al mismo tiempo que el viento congregado en las primeras horas del Pure-Silk Bahamas LPGA Classic. Pero ni por esas las nuestras consiguieron incomodar a las asiáticas y estadounidenses, grandes dominadores del evento, y acabaron claudicando ante la insistencia de Wei-Ling Hsu (68 golpes, -10) y Brittany Lincicome (66 golpes, -12), quienes compartieron liderato durante muchos minutos y al final se convirtieron en las dos jugadoras mas destacadas.
Y eso que las españolas partían con un colchón de golpes para afrontar con garantías de éxito la ronda final, sobre todo la rookie Luna Sobrón (79 golpes, +1), que se despidió del campeonato después de bajar muchos enteros en el último día de torneo y entregar este domingo una cartulina con 79 impactos sin birdies y con una retahíla de errores –cuatro bogeys y un doblebogey para ser mas concretos-. Esto provocó que finalmente la balear, con licencia madrileña, pasara del Top 5 al Top 41 y se quedara a cinco golpes de la malagueña Azahara Muñoz (70 golpes, -4), que al contrario de la isleña fue de menos a más con el paso de las horas y se quedó a las puertas de la zona noble de la clasificación con una vuelta con tres birdies y un solitario error.
Ahora bien, muy lejos de Lincicome, que defendió con uñas y dientes el título logrado hace justo doce meses con una parte final demoledora que desbarató los planes de Hsu. Cuatro birdies en las cinco últimas banderas convirtió la estadounidense, que a sus 32 años logró la octava victoria de su carrera en la LPGA y se coloca en lo más alto de la Race to CME Globe en el inicio de curso.
Carlota Ciganda (65 golpes, -2) -pudo rehacerse del 81 que entregó en los segundos 18 hoyos-, Beatriz Recari (69 golpes, Par) y Belén Mozo (76 golpes, -8) completaron el papel de las nuestras en este primer envite del 2018 al otro lado del charco.