La neozelandesa buscará esta semana el cuarto Major de su carrera unos días después de haber revivido unas antiguas dolencias
Su precocidad en las victorias la acabó convirtiendo en presa de sus propios triunfos, pero una vez que consiguió reunir los puntos necesarios para llegar al Salón de la Fama, Lydia Ko parece haberse liberado. Muestra de ello es que, después de colgarse la medalla de oro en los pasados Juegos Olímpicos de París, se alzó con su primer Women’s Open para, posteriormente, conseguir la victoria tanto en el Kroger QueenCity Championship como en el HSBC Women’s World Championship de marzo.
Es por esto que su nombre está en las quinielas como una de las favoritas al título en el Chevron Championship, primer Grande del año. O estaba. Y es que, según hemos podido leer a través de Golfweek, la neozelandesa está intentando reponerse a una lesión en el brazo derecho que lleva sufriendo desde el pasado domingo. Todo se originó nada más despertarse, cuando sintió espasmos en el cuello y una sensación de hormigueo que le bajaba por todo el brazo.
La oceánica buscara seguir su estela de triunfos en el primer Grande de la temporada
Unas sensaciones que no son nuevas, pues este mismo problema ya lo había sufrido antes. Es por esto que está recibiendo “mucho tratamiento” con la esperanza de estar al cien por cien para la primera ronda del jueves sobre la hierba de The Club at Carlton Woods. “Estoy mejor que ayer, pero todavía no siento normalidad en el brazo”, comentó la oceánica tras el Pro-Am disputado el martes.
Una afirmación que, aunque no pone en duda su participación en unas horas, puede limitarla conforme vaya avanzando el campeonato: “Puedo jugar, pero tengo molestia en la parte superior de mi backswing y en mi final”, señaló Ko, quien viajará a Texas para tratar de conquistar el que sería el cuarto Major de toda su carrera.
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