La escandinava se marcha del torneo sin conocer lo que es la derrota. Foto: @LPGA
Emocionante final el que nos deparó el quinto y último día de T-Mobile Match Play sobre la hierba del Shadow Creek de Las Vegas. Y es que Madelene Sagstrom, quien fuera verdugo de Carlota Ciganda en los octavos de final disputados en la matinal del sábado, se ha acabado llevando la victoria después de demostrar por qué es una de las jugadoras más fiables del planeta cuando se trata del uno contra uno.
La sueca, que tuvo que salir a primera hora de la mañana al campo para sellar su pase a las semifinales ante la francesa Céline Boutier -lo hizo en el 19, a imagen y semejanza de cómo lo llevó a cabo ante la navarra-, se enfrentó en la penúltima ronda a la americana Angel Yin. Un envite que se saldó con el triunfo de la escandinava por un claro 4&2 después de liderar desde bien temprano aprovechándose de los errores de la estadounidense.
La jugadora europea se lleva el segundo triunfo de su carrera en la LPGA tras el Gainbridge de 2020
Así pues, Sagstrom llegaba a la final con una gran oportunidad de anotarse el segundo título de su carrera en la LPGA tras el conseguido en el año 2020 en el Gainbridge. Su contrincante era la también norteamericana Lauren Coughlin, que no fue rival para la sueca -al menos en un inicio-. Y es que Sagstrom comenzó mandando con autoridad en el tanteador, logrando tres birdies consecutivos del 4 al 6 que colocaban una ventaja de cuatro hoyos a favor de la deportista del viejo continente.
Eso sí, esta desapareció en un abrir y cerrar de ojos. De hecho, acababa de terminar el hoyo 12 y la americana ya le había dado la vuelta a la situación. Pero entonces llegó el momento de la verdad, y dos bogeys de Coughlin en el 13 y el 16 le dieron a Sagstrom una ventaja que resultó definitiva para verla levantar el trofeo que le acredita como campeona de la prueba.
The winning sequence that made @msagstrom a 2x LPGA Tour Winner ?? pic.twitter.com/V62oEEaFoa
— LPGA (@LPGA) April 7, 2025