El escocés no había iniciado de la mejor manera su participación en el Houston Open por culpa del bogey en el 1, pero en el 2 se resarció enormemente. Y es que un hierro perfecto le abrió la puerta del primer Hoyo en Uno de la edición de este año y le permitió colocar su cartulina por debajo del par en un abrir y cerrar de ojos. La única pena es que el británico no consiguió aguantar las embestidas del Memorial Park y acabó situándose al término de los 18 hoyos con un resultado de dos sobre par.