Pues menos mal que no le había gustado el disparo… Esto es lo que debieron pensar todos los aficionados que se encontraban siguiendo el partido del japonés Hideki Matsuyama durante la primera jornada del Genesis Open. Y es que el jugador nipón, que compartió protagonismo durante las primeras horas junto a Justin Thomas y Jason Day, encaró el par 3 del hoyo 16 del Riviera CC con un hierro 8 en las manos. Se colocó, disparó y… ¡mal, muy mal!
¿Bunker? ¿Rough? El deportista asiático notaba que el golpe no había sido el adecuado y se disponía a ver cómo la bola había acabado lejos de altura de bandera. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. Su bola tuvo la fortuna de encontrarse con la bandera que, amortiguando el golpe, le dejó una oportunidad muy franca de birdie. No sabemos si realmente no sabía dónde iba la pelota o si miente muy bien, pero el hecho es que casi se convierte en el Ace más imprevisto de la historia en el circuito norteamericano.
Hideki Matsuyama has high standards for himself. #QuickHits pic.twitter.com/HhxOofH0lZ
— PGA TOUR (@PGATOUR) 17 de febrero de 2017