Quizá no sea el mejor golpe de los últimos meses, pero hay ocasiones en las que hay que entender el contexto para poder apreciar cómo un golpe puede cambiar una historia. Y es que éste fue el último que dio el nipón Hideki Matsuyama antes de que la organización diera por finalizada la jornada de juego del domingo en Chiba. Un purito al que vino aparejado un birdie -el segundo consecutivo- y que lo colocan a estas alturas como el único rival de Tiger por el título en el ZOZO. O lo que es lo mismo: el único que lo separa de ser -si no lo era ya- historia viva de este deporte.