Se las prometía muy felices Rickie Fowler (-14) tras salir del hoyo 16 con dos golpes de ventaja sobre su compañero de partido Hideki Matsuyama (-14), pero le salió el tiro por la culata.
Dos birdies en los últimos dos hoyos del jugador nipón, unido al único fallo del californiano en todo el día –mandó la bola al agua en el golpe de approach del 17- posibilitaron que el torneo se marchara al PlayOff del desempate en un entregado TPC Scottsdale que vio como el golfista asiático daba la sorpresa al imponerse al actual número cuatro del ránking mundial.
Y fue otra vez el 17 el que dictó sentencia en contra de Fowler. Y es que, tras jugar dos veces el 18 y una el 10, ambos jugadores se encontraron frente a frente en el penúltimo hoyo del campo. De nuevo, como sucediera sólo unos minutos antes, el estadounidense erró y firmó el bogey. Al japonés le valía con el par del campo. Y eso hizo.
El joven golfista, que el próximo 23 de febrero cumple 24 años, logra de esta manera su octava victoria como profesional y su segunda en el PGA Tour tras el Memorial Tournament de 2014 –donde, casualmente, también se impuso en un PlayOff a Kevin Na-.
El tercer lugar en este podio le correspondió al también norteamericano Harry English (-12), que cuajó su mejor ronda de la semana con 66 golpes. No pudo decir lo mismo Danny Lee (-11), que pese a empezar la jornada en lo más alto de la tabla clasificatoria con tres golpes de ventaja respecto a sus perseguidores, no pudo aprovechar la ventaja y entregó una tarjeta con dos golpes por encima del par –el único golfista del Top 20 que acabó en positivo el domingo-.
Phil Mickelson, que durante el sábado dio muestras de que podía luchar contra los mejores el último día de competición, tuvo que conformarse finalmente con un T11 tras no pasar del par del campo en las postreras 18 banderas.