No le esperaba una comida especial para él en el menú del restaurante de TPC Sawgrass, ni la bandera de Japón ondeando por encima del green del hoyo 18. No hubo una conferencia de prensa el domingo por la tarde acompañado del trofeo de oro del Players, ni numerosos seguidores esperándoles a la salida de la entrega de su tarjeta de resultados desesperados por obtener su autógrafo.
Esa fue la realidad para Matsuyama y para el resto del PGA Tour, cuando el comisionado Jay Monahan adoptó la decisión sin precedentes de cancelar el resto del Players Championship, así como los próximos cuatro torneos del calendario, antes de que disputara la segunda ronda en el Stadium Course, en respuesta a la preocupación creciente por el contagio del COVID-19 (coronavirus).
No obstante, sigue viva la curiosidad de lo que habría ocurrido durante los siguientes 54 hoyos y si Matsuyama hubiera sido finalmente el que cosechara todas las recompensas que conlleva ganar el Players Championship.
El golfista de 28 años prendió fuego al Stadium Course en la primera ronda del torneo e igualó el record de la competición con 63 golpes (9 bajo el par). Se anotó ocho birdies, un eagle y un solo bogey –en el par 5 del hoyo 16, su segundo golpe acabó en el agua. Matsuyama hizo 5 bajo el par en los últimos cinco hoyos, y puso la guinda con un putt de eagle de siete metros en el último hoyo de su ronda (el 9). “No tuve un gran calentamiento esa mañana, pero me metí en el juego y entré en una buena dinámica”, dijo.
Tres de los cuatro jugadores que lograron ese resultado antes acabaron ganando: Webb Simpson en 2018, Jason Day en 2016 y Martin Kaymer en 2014. Entre otros golfistas notables que comparten el record del campo de TPC Sawgrass están Fred Couples, Greg Norman y Brooks Koepka.
“Todos los que has mencionado son ganadores de grandes”, dijo Matsuyama en su lengua materna, por lo que sigue necesitando traductor cuando habla. “Para ser honesto, cuando estaba llegando al último hoyo puse mi segundo golpe en el green y sabía que, si metía ese putt, si hacía un eagle, iba a estar cerca del record del campo. Me alegro de que entrara”.
“Jugó muy bien”, dijo Cantlay, que jugó con él. “Jugué bien e Hideki jugó muy bien. Y la verdad es que estaba complicado en el campo”.
Era la primera vez en la carrera de Matsuyama en el PGA Tour que se ponía líder en solitario en la primera ronda. Esta noticia habría sido un buen augurio en cualquier año, teniendo en cuenta que 15 jugadores han acabado ganando en TPC Sawgrass después de estar líderes o colíderes en la primera ronda.
“He estado trabajando duro y ahora tengo mucha confianza en mi swing”, dijo después. “La semana pasada fue duro en Bay Hill (Arnold Palmer Invitational), pero hoy metí algunos putts, y esa parece ser la diferencia últimamente. Eso fue lo que me catapultó realmente a lograr una buena ronda”.
Una lesión en el dedo gordo de la mano antes del Waste Management Phoenix Open de 2018 retrasó aparentemente su escalada a la cumbre del ranking mundial. Pero el cinco veces campeón en el PGA Tour ha recobrado el impulso en esta temporada, terminando entre los diez primeros en cuatro de los 11 últimos que ha jugado. Terminó empatado en el tercer puesto en The CJ Cup y segundo después de Tiger Woods en The ZOZO Championship.
Iba camino de su tercer final entre los diez primeros en The Players, antes de que se detuviera el torneo. Y sus actuaciones en el paso indican que tenía muchas posibilidades después de mejorar su resultado promedio a 70,4 golpes después del jueves. El único con un mejor promedio en el Stadium Course es Tommy Fleetwood.
En este momento, queda por ver qué le deparará el futuro a Matsuyama. Aunque la situación sigue cambiante, el RBC Heritage es el siguiente torneo del calendario del PGA Tour que se jugaría, después de que Augusta pospusiera por un plazo indefinido el Masters.
Matsuyama tenía en su mira convertirse en el primer golfista japonés que gana en Augusta National, un lugar que sigue siendo especial para él después de ganarse dos invitaciones con las victorias en el Asia-Pacific Amateur de 2010 y 2011. Pasó el corte en ambas ocasiones y fue el mejor amateur en su estreno.
Ha superado el corte en siete de sus ocho participaciones en el Masters y ha terminado entre los 25 primeros en cinco de los últimos seis años. Fue quinto en 2015 y empató en el séptimo puesto en 2016.
“El primer año que fui no sabía nada sobre el campo”, dijo. “No tenía miedo. No tenía demonios. Simplemente salí a jugar. El segundo año fue muy diferente. Sabía lo que tenía por delante y las dificultades del campo. Y desde entonces, cada año he podido aprender un poco más sobre cómo jugarlo”.
Quién sabe cuándo y dónde jugará Matsuyama la próxima vez. Lo único cierto es que su juego está listo para el regreso al grupo de los campeones, cuando llegue el momento.