El norteamericano, que no tuvo un buen día en general, encontró la luz en una ronda llena de sombras con un impacto de mucho mérito
En un día en el que los jugadores tuvieron tantos problemas para conseguir restarle golpes al Olympia Fields, tiene mucho mérito que algunos de ellos se atrevieran a intentar cosas que se le estaban resistiendo a la inmensa mayoría de los participantes. Sin embargo, cuando se da un golpe perfecto poco más hay que añadir. Si no que se lo digan al estadounidense Max Homa en su paso por el par 4 del hoyo 11 cuando, estando en un bunker con su tercer disparo a punto de ejecutarse, fue capaz de llevar la bola dentro del hoyo con una sacada de la arena brutal.






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