Ocurría durante la tercera jornada del Genesis Invitational en el primer hoyo del Riviera Country Club con Max Homa protagonizando uno de los grandes golpes de la semana. Un golpazo desde 222 yardas (203 metros) jugando con el viento reinante en la zona y la caída del green con el que se quedaba a apenas 25 centímetros de sacar el albatros por lo que tuvo que «conformarse» con el eagle.