Muchos aventurábamos que se haría un nombre en este deporte, pero lo que no nos podíamos llegar a imaginar es que lo fuera a hacer por cosas como las que le sucedieron el pasado fin de semana en el último torneo disputado en el Web dot com. Hablamos de la estrella en ciernes Lee McCoy, que se dio a conocer durante la disputa del Valspar en 2016 -allí consiguió una cuarta posición en solitario que le valió ganarse el reconocimiento del mundo entero, incluido Jordan Spieth-. Pero lo cierto es que lo sucedido en esta ocasión en Colombia dista mucho de ser algo elogiable.
Pongámonos en situación. Último hoyo de la última jornada del Club Colombia Championship y McCoy sale con un bogey que le hizo pasar del Top 8 al Top 20. Hasta aquí todo normal. El jugador se marcha ante la insistencia de los niños de que le regalaran guantes, gorras y bolas y se va a firmar su tarjeta. Tras esto, se marcha de las instalaciones y abre su Twitter. El resto ya se lo pueden imaginar.
Entre el enfado que llevaba y los niños pidiéndole cosas sin parar, el estadounidense sacó toda la rabia en unos comentarios muy poco afortunados por los que recibió una avalancha de críticas en la red social del pajarito azul. Y no es para menos. McCoy pretendió hacer una broma y salió escaldado, haciendo bueno el célebre refrán español que dice que más vale caer en gracia que ser gracioso. De hecho, tan desbordado y avergonzado se sintió que no tuvo ningún miramiento a la hora de cerrar su cuenta. He aquí los comentarios en cuestión:
-“Para que os hagáis una idea de lo mal que estamos en Estados Unidos, de lo malo que es Trump y de todo lo que necesitamos cambiar, solo hace falta viajar a Sudamérica para alegrarnos de lo que tenemos”.
-“Algunos chicos me han preguntado por mi gorra, mis guantes y mis ZAPATOS después de salir del 18 con un tremendo bogey. Ellos han aprendido hoy una gran lección”.
-“Había al menos 30 niños esperándome solo por el hecho de conseguir cosas gratis. Sinceramente no, no estaba contento de verles por ahí”.
Tantos han sido los comentarios críticos con el deportista que ha tenido que conceder una entrevista para rectificar todo lo que dijo: “No hay excusa para mis acciones. Reaccionar de la manera que lo hice estuvo mal y me disculpo por ello. Parte del trabajo de un jugador profesional es aprender a manejar diferentes situaciones. No quería ofender a nadie. Trataba de ser gracioso, pero no hubo nada de gracia en lo que dije”, sentenció ante los compañeros de Golf Digest USA. Esperemos que al menos él también haya aprendido la lección.