Rory McIlroy no ha esperado a enseñar sus galones en el Scottish Open, evento previo al The Open, ante jugadores de la talla de Phil Mickelson, Justin Rose, Luke Donald, Lee Westwood o Jimmy Walker, y para ello ha tomado la delantera en Royal Aberdeen batiendo el record del campo.
McIlroy entregó la mejor tarjeta del día, 64 golpes (-7) con ocho birdies y un bogey, para liderar en solitario con uno de ventaja sobre el sueco Kristoffer Broberg y el argentino Ricardo González. Broberg estableció una nueva marca en el link escocés (65) al salir en el primer grupo de la mañana (6:30) pero la felicidad le duró apenas un par de horas, el tiempo que tardó McIlroy en entregar su cartulina.
«Todo ha funcionado más o menos bien», dijo un McIlroy encantado. «Controlé el vuelo de mi bola realmente bien. Esa es la clave para jugar bien en estas condiciones y en estos campos. He estado trabajando los últimos diez días en mantener la bola baja y entrenando tiros fáciles, y todo fue bien.»
Destacar el misil del norirlandés en el hoyo 13, un par 4 de 436 yardas, 398 metros, que cogió de uno con el viento a favor y con Jiménez, Poulter y Walker en el green como testigos de excepción.
En general se hicieron buenas vueltas a pesar de que el viento sopló a más de 30 kilómetros hora como lo demuestran tarjetas como, además de las antes citadas, las de Hoey (65), Warrend, Donald, Drysdale y Bland (66) y los 67 de Howell, Knox, Stal y Mickelson, campeón defensor.
Pablo Larrazábal es el mejor español con -2, seguido de Carlos del Moral (-1) únicos jugadores de la Armada bajo par, mientras que Adrián Otaegui y Álvaro Quirós jugaron al par del campo (71). Estos cuatro figuran dentro del corte provisional.