Suena complicado, pero todavía hay lugar a la esperanza. Estados Unidos le comió completamente la tostada a Europa en los fourball y pone tres puntos de diferencia con la última jornada de individuales a la vuelta de la esquina. Darren Clarke no supo dar esta vez con la tecla adecuada y deja la posibilidad de la remontada en manos de los 1 vs. 1. De hecho, de los cuatro enfrentamientos de la tarde de hoy tan solo el que jugaron Rory McIlroy y Thomas Pieters fue según lo planeado por el cuerpo técnico del viejo continente.
La pareja formada por el norirlandés y el belga, que ha logrado tres de los seis puntos y medio de Europa hasta el momento, se deshizo sin excesivas complicaciones de Brooks Koepka y Dustin Johnson. Los norteamericanos vieron cómo el vigente campeón de la FedEx Cup mostraba su mejor nivel para embocar golpes imposibles y junto a su fiel escudero consiguieron la asombrosa cifra de seis birdies y un eagle en las diez primeras banderas que pusieron un cuatro arriba para el viejo continente difícil de recuperar -3&1-.
Fue la única alegría de la tarde en un equipo que vio cómo se le escapaba medio punto en el último suspiro después de que Lee Westwood no fuera capaz de embocar un putt en el 18 de apenas un metro para ganar el hoyo en el duelo en el que Danny Willett fue su pareja ante JB Holmes y Ryan Moore.
Tampoco se pudo rascar nada en el encuentro que Sergio García jugó junto a su gran amigo Martin Kaymer. El alemán, que sigue sin encontrar su juego en una temporada para olvidar, consuma su segunda derrota actuando con el castellonense como pareja –esta vez ante Phil Mickelson y Matt Kuchar por 2&1-y pone de manifiesto el pobre estado de forma del teutón. En el último encuentro del día, un excelso Patrick Reed se tomó la revancha del viernes al derrotar, prácticamente sin la ayuda de Spieth, al sueco Henrik Stenson y al inglés Justin Rose por un resultado de 2&1.