Menos mal que no fue un mal golpe: Hatton soltó, y pateó, el palo. Y eso que se quedó a ¡¡2,5 metros!!

Todo «normal» conociendo el carácter del inglés; ya no tan normal viendo el resultado del golpe ya que la bola se quedaba muy cerca de bandera

Queremos suponer que sus sensaciones no fueron las deseadas vista la actitud de Tyrrell Hatton en el tee del par 3 del 17, su octavo hoyo. Y es que el inglés de difícil temperamento, soltó el palo nada más dar el golpe para acto seguido soltarle una patada. Todo «normal» conociendo el carácter del británico; ya no tan normal viendo el resultado del golpe ya que la bola se quedaba a apenas dos metros y medio de la bandera.

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