Advirtió Phil Mickelson a sus rivales en la rueda de prensa previa al inicio del Pebble Beach Pro-Am: “Vengo de jugar el mejor Golf de los últimos meses en Arabia Saudí y voy a darlo todo para tratar de defender el título”. Y el virtuoso deportista de San Diego no se equivocó lo más mínimo. Cuando muchos pensaban que el veterano jugador se estaba tirando un farol, el estadounidense respondió ronda a ronda con manos que se clavaban como puñales en la moral de sus contrincantes. Así, birdie a birdie, fue como el cinco veces ganador de Majors se metió en la ronda final con las posibilidades de éxito intactas.
Buscaba el domingo no sólo ser el jugador de toda la historia con más triunfos en este campeonato (6), sino también situarse como el octavo golfista de más edad en lograr un triunfo en el PGA Tour. Pero enfrente se encontró con un coloso que, sin hacer ruido, se fue afianzando en lo más alto con el paso de las horas para acabar logrando el que es, muy probablemente, el triunfo más importante de toda su carrera. El canadiense Nick Taylor dispuso y al resto de participantes -incluido Lefty– no le quedó más remedio que rendirse ante la evidencia.
“Hoy me he visto superado”, comentó el estadounidense al término de una ronda con 74 impactos que lo condujo al tercer escalón del podio. Phil necesitaba terminar como poco empatado en el subcampeonato para poder lograr los puntos necesarios con los que meterse de nuevo en el Top 50 mundial y viajar al primer Campeonato del Mundo del año dentro de dos semanas en México, pero no pudo ser. Los bogeys en el 12, el 14 y el 16 fueron una losa que no pudo levantar y con ellos se fue toda esperanza de éxito.
No obstante, no todo es malo para Mickelson. Y es que esta semana ha subido un peldaño más en su intento por convertirse en gran leyenda de este deporte. Con su Top 3 en Pebble Beach, Phil suma 30 temporadas consecutivas logrando al menos un Top 10 en el PGA Tour, siendo el tercer deportista con más cursos seguidos logrando este hito, sólo por detrás de Raymond Floyd (32) y Sam Snead (34). Hoy más que nunca la veteranía es un grado.