Se abre un nuevo horizonte para Lefty. Tras un mes de junio movidito con su ausencia del US Open y la ruptura profesional con “Bones” Mackay después de un cuarto de siglo de relación, toca volver a coger el ritmo para un tramo final de temporada que se antoja apasionante. Y no estará solo en esta andadura. A pesar de que se nos va a hacer raro mirar su bolsa y no ver a Jim, a partir de ahora –no sabemos hasta cuándo- veremos a otra cara conocida dándole los consejos libo de yardas en mano.
Se trata de su hermano Tim Mickelson, que se ha propuesto ayudar a Phil en una nueva etapa a la que no había tenido que hacer frente hasta ahora. Pues a pesar de ser un jugador muy contrastado en la élite mundial, es la primera vez que Lefty cambia de compañero de viaje de forma continuada desde que se convirtiera en profesional allá por 1992 –Tim ya ejerció de caddie de Phil en el pasado WGC-México-. Tim, agente de Jon Rahm, llevará la bolsa de su hermano como caddie de pleno derecho esta misma semana sobre la hierba del The Old White TPC en una zona en la que hace solo un año se vieron obligados a suspender The Greenbrier Classic debido a las fuertes lluvias que destrozaron el campo y que ahora presenta un aspecto fabuloso.
Y qué mejor manera de estrenarse en un evento del circuito más importante del mundo que siendo partícipe de uno de los grandes partidos de los dos primeros días de competición. Junto a los Mickelson Bros. estarán dos hombres de armas tomar que ya han demostrado muchas veces de lo que son capaces de hacer con los palos en las manos. Por un lado, el neozelandés Danny Lee, campeón de la última edición disputada en 2015; por otro lado, Bubba Watson, embajador del torneo.
Esta será una buena piedra de toque para comprobar el estado en el que llega Phil Mickelson a la competición –no juega de manera oficial desde hace un mes en el FedEx St. Jude Classic, de donde sacó un Top 10-, además del nivel de complicidad existente entre ambos.